Un puntaje elevado en su historial crediticio se traduce en una buena calificación crediticia, lo que indica a los prestamistas un bajo riesgo financiero asociado a su perfil. Esto aumenta las posibilidades de acceder a diferentes opciones de crédito, tales como préstamos, tarjetas de crédito, seguros, o incluso obtener tarifas más favorables en relación a las solicitadas.