En Estados Unidos, los contribuyentes pueden deducir varios gastos en su declaración de impuestos federales. A continuación, se presentan algunos de los gastos más comunes que pueden ser deducidos:
Gastos médicos y dentales: los gastos médicos y dentales que superan el 7,5% del ingreso bruto ajustado del contribuyente pueden ser deducidos.
Intereses hipotecarios: los intereses hipotecarios pagados en una hipoteca de vivienda pueden ser deducidos, siempre y cuando la hipoteca no supere los $750,000.
Impuestos estatales y locales: los impuestos estatales y locales sobre la propiedad, ventas y otros impuestos locales pueden ser deducidos hasta un máximo de $10,000.
Donaciones caritativas: las donaciones caritativas a organizaciones sin fines de lucro pueden ser deducidas, siempre y cuando se hagan a organizaciones reconocidas por el IRS.
Gastos de negocios: los gastos de negocios pueden ser deducidos, como los gastos de oficina en casa, suministros de oficina, servicios públicos, servicios de contabilidad y otros gastos relacionados con el negocio.
Gastos de educación: los gastos de educación, como las matrículas universitarias, pueden ser deducidos hasta un máximo de $4,000.
Es importante señalar que las reglas de deducción de impuestos cambian con frecuencia, por lo que se recomienda consultar a un profesional de impuestos o al IRS para obtener información actualizada y precisa.